RESEÑA: "EL PRIMER CAFÉ DE LA MAÑANA" DE DIEGO GALDINO

DATOS TÉCNICOS:

Nº de páginas: 304 págs.

Año: 11 de febrero 2014

Categoría: Narrativa
Editorial: ESPASA LIBROS, S.L.U.

SINOPSIS:

Massimo tiene poco más de treinta años y es el dueño de una pequeña cafetería en el Trastevere, en el corazón de Roma. Cada día, al salir el sol, cruza las calles todavía dormidas de la ciudad y abre su bar. Sus clientes, las nuevas recetas de café que siempre anda probando; esta es su vida y no necesita más, se dice a sí mismo. Sin embargo, el día en que una turista con aire de andar perdida, ojos verdes y pecas en las mejillas entra en su bar, la vida de Massimo se altera para siempre. Pero ¿cómo se acercará a ella? Es esquiva y distante, no hablan la misma lengua y, para colmo de males, ella solo bebe té.

En la ciudad más romántica del mundo, a veces basta un café para enamorarse. Diego Galdino nos pasea por las calles de Roma y nos ofrece una novela de aroma irresistible y sabor intenso que dejará al lector con un sabor de boca inmejorable. Como una buena taza de café.

SOBRE EL AUTOR:

Diego Galdino nació en Roma el 24 de julio de 1971. A la edad de dieciséis años que empezó a trabajar en el bar de sus padres. Esto, sin embargo, no le impide continuar cultivando sus grandes pasiones: arte, cine y literatura. Devora todo tipo de novelas y poco a poco la lectura inculca en él el enfoque de la escritura hasta convertirlo en una creatividad constantemente encendida. Esta creatividad ha llevado a la publicación de la novela 'El primer café de la mañana' por una prestigiosa editorial como la Sperling & Kupfer, donando a Diego el proscenio Galdino y especialmente realizando su sueño como escritor. 

RESEÑA: 

Esta novela me acompaño un fabuloso fin de semana de verano que nos dejo marzo para ir a la playa. Me decidí por ella porque ya había leído algún comentario positivo, por ser sencilla, entretenida y con pocas páginas. Esa semana estaba leyendo “Inés y la alegría”, los que ya la conocen sabrán que es una novela que requiere mucha atención y es casi imposible leer con ruidos de fondos que distraen la lectura. 

Está narrada en tercera persona desde el punto de vista de Massimo. Dividida en dos partes, con treinta capítulos más el prólogo, el epílogo y al final nos cuenta como se preparan los diferentes café italianos. Los capítulos no vienen numerados sino con su título. La historia sucede en el mes de agosto en el corazón de Roma (Italia) en el barrio de Trastevere y en París. El autor nos deja un relato dulce y mágico que mezclado con el aroma a café crea una gran novela sencilla y fácil de leer. Es una novela narrativa romántica que nos llevara a recorrer la ciudad del amor.

Piazza di Trastevere

Massimo es un joven de más de treinta años que cada mañana de lunes a sábado madruga para abrir el Bar Café Tiberi y preparar la gran variedad de cafés que tiene en su carta, capuchino, con nutella, corto, largo, descafeinado, espresso, etc. La cafetería la fundo su abuelo y fue pasando de padres a hijos. Massimo desde muy joven se hizo cargo del negocio y lo lleva junto a Darío un amigo del padre. Su hermana Carlotta se caso y se fue a vivir a Canadá. Cada día recibe a una clientela fija, Pino el peluquero, Luigi el carpintero, Rina la florista, Antonio el fontanero, etc. La historia comienza con la muerte de María, una señora muy buena sin familia que vivía en el piso que está sobre la cafetería y era muy amiga de Massimo. Al poco tiempo de morir María entra al bar una joven francesa con los ojos verdes y pecas en las mejillas que pide un té negro con aroma a rosas y los clientes del bar se burlan de ella. La chica avergonzada abandona la cafetería pero Massimo se siente atraído por ella. La joven es la heredera de María y desde el principio le cae mal Massimo y él intenta que la chica le perdone las faltas que ha cometido. Entre los dos jóvenes empieza a ver algo más que una amistad donde el mayor problema es el idioma, que ella toma té y que tendrá que volver a Francia. Massimo le enseña a Genevière disfrutar del sabor y el aroma al café y su forma de prepararlo. Con él también recorrerá las calles de Roma y descubrirá las preciosidades que se encuentran dentro de la ciudad.

Café con nutella

Diego Galdino ha tenido una vida parecida a nuestro protagonista que es dueño de un bar y cada mañana se le levanta en la madrugada para recibir a su clientela con los cafés más imaginativos de la ciudad. Su pasión es escribir y ha escrito varias novelas siendo “El primer café de la mañana” su primera novela traducida al español. En la novela encontramos el aroma al café y las diferentes formas de preparar un buen café, se nota que el autor tiene una gran experiencia en el sector. Lo diferente de esta novela es ver enamorarse a un hombre ya que estamos acostumbrados a que lo haga una mujer. Roma se considera una ciudad perfecta para enamorarse y por supuesto para escribir una historia de amor entre sus calles y para ello Diego ha buscado las callejuelas del barrio de Trastevere. Los dos jóvenes no hablan el mismo idioma pero se ve que el amor tiene un lenguaje universal que hace que se entienda sin entenderse. Durante casi toda la novela no sabemos nada de la vida de Genevière en Francia y el motivo que la une a María, esa parte la descubriremos al final en un diario de la joven.

—Yo solo quiero tomar contigo el primer café de la mañana, me basta con eso. Pero tiene que ser cada mañana, durante el resto de nuestra vida. ¿Te apetece?

Esta novela es una historia de amor dulce, con el toque amargo del café que lo envuelve todo y te recuerda el despertar de la mañana con una buena taza de café que te dará energía para el resto del día, y te hará soñar con una ciudad donde poder perderte con tu pareja y disfrutar del aroma y la fragancia de sus calles. 

Conclusión: Me he encontrado con una novela romántica más al estilo narrativo que está escrita con sencillez y me la he devorado en un fin de semana. El autor nos hará recorrer la ciudad más romántica del mundo con una taza de café en la mano que tiene un aroma irresistible y que nos dejará un buen sabor de boca. Y esa taza de café debería de ser un café con nutella que tiene que estar buenísimo.

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"El primer café de la mañana" de Diego Galdino